La primera vez que me enamoré, fue a muy temprana edad. Ni siquiera sabía que era enamorarse, pero dentro de mi estaba creciendo un fuerte sentimiento al que aún no podía ponerle nombre.
De distintos paises y a tanta distancia nos veíamos muy poco, pero cada vez que nos volvíamos a encontrar, ese sentimiento estaba igual de fuerte que la última vez que nos despedimos.
Con el paso del tiempo empezamos a dar rienda suelta a ese sentimiento tan fuerte, pero siempre tenia que ser escondidos porque nuestro amor era un amor totalmente prohíbido. Nosotros éramos primos, pero no primos hermanos, primos segundos más bien, pero toda nuestra familia veria tan mal nuestro amor...
El más joven que yo pero tan enamorado... y yo tan joven pero tan enamorada... el amor que sentíamos cuando aún éramos niños se iba convirtiendo en un profundo deseo casi incontrolable.
La primera vez que rozamos nuestros labios una gran corriente eléctrica recorrió nuestros cuerpos, era nuestro primer beso, un beso totalmente sincero y enamorado, pasional como nunca ha sido un beso, pero prohíbido.
Seguimos guardando este amor en secreto y solo nos veíamos cada 2 ó 3 años, lo que dolia y mucho.
Pero cuando volvíamos a vernos ese deseo y esa pasión continuaba tan viva como la primera vez, y cada vez nuestros besos y caricias eran más y más pasionales.
El paso del tiempo y la madurez estropean estas historias de amor imposibles, porque el adulto empieza a comprender que este amor es imposible, a tener miedo de todas esas consecuencias con la familia, y ese miedo empuja al olvido. Pero en nuestro caso el olvido nunca se hizo verdadero.
La última despedida fue muy dura y después de eso se decidió intentar olvidar por todo lo que habia envuelto.
Esta vez pasó mucho más tiempo hasta que volvimos a vernos y casi habiamos logrado olvidarnos, pero digo casi, porque realmente esta historia de amor nunca la olvidaremos, pero yo habia hecho mi vida con otra persona. Mi novio era tan bueno y paciente y yo le quería muchísimo, pero cuando le volví a ver a él, mis priernas temblaron y en mi estómago el se hizo notar. Mi cabeza repasaba una y otra vez todos aquellos besos y caricias que un día fueron nuestros.
El totalmente celoso e inquieto, no paraba de recordarme todo lo que vivimos e intentaba que volvíesemos a vivir esa pasión que ardia dentro de nuestros pechos. Pero mi cordura intentaba imponerse ante tanta locura y pasión. El amor a mi novio me hacia doler la conciencia de hacer eso a mi novio, no podía, iba a hacerle mucho daño y el no se lo merecía.
Pero la pasión y el deseo que sentia por mi primo, podia más que cualquier cordura y se impuso de nuevo a la cabeza.
Pero sabía que todo terminaria cuando de nuevo cogiese ese avión y se marchase hasta dentro de mucho mucho tiempo. Y así fue, volvió a volar y a salir de mi vida con la misma facilidad y dolor con la que habia entrado.
Mi vida continuaba intentando olvidar y consiguiéndolo casi del todo, pero que cierto es que el primer amor nunca se olvida...
Pasado un buen tiempo mi novio y yo decidimos casarnos... la felicidad era completa y preparábamos todo con muchísima ilusión. Pero dias antes de la boda... el volvió y esta vez creí haberle olvidado para siempre; la felicidad que me inundaba por la boda no me dejaba sentir el amor que le tenia... y con todas las ocupaciones casi no reparaba en que mi primer amor, mi gran amor estaba otra vez conmigo. Pero esta grata sensación no duró mucho, en cuanto pudimos charlar un rato a solas y el volvió a rozar mi piel... miles de recuerdos y sensaciones vinieron a mi cabeza y por primera vez se planteó la opción de dejar todo y olvidar a todos y por fin estar juntos pasara lo que pasara... pero ninguno se atrevió a hacer aquella locura...
Tras casi un año después de mi boda y mi vida de matrimonio feliz volvió y se presentó en mi casa inesperadamente. Estando solos y como no podía ser de otra manera, nuestra pasión volvió a surgir y a manifestarse en besos, caricias y todo aquello que dos cuerpos anhelantes podian hacer.
Después de ese dia la culpa nos persigue a los dos, ya que el tambien habia hecho su vida con una chica, a la que dice querer mucho, pero nuestra pasión siempre puede a cualquier otro amor.
Mi conciencia no deja de atormentarme y mi corazón a echarle de menos... pero ¿que podemos hacer con este gran amor?
Aunque habria muchas respuestas, yo conozco la que finalmente se hará paso entre todas nuestras vidas: todo seguirá igual, nunca podremos olvidarnos, y nuestra pasión y deseo, resurgiran cada vez que nos veamos a los ojos. Inevitablemente nadie nos hará vibrar como lo hemos hecho juntos, nadie nos podrá quitar esos recuerdos, esas caricias, esos besos... y aunque sabemos que no está bien todo esto y que es un amor prohíbido e imposible, nuestro corazón bate fuerte solo de pensar al otro, si cerramos los ojos podemos sentirnos...
Por todo esto tengo que decirle con estas lineas, que lo amo, que lo amo como a nadie he amado nunca y que nadie ha significado lo que el ha significado para mi, nunca. Que jamás podré olvidarlo y que pase lo que pase y estemos con quien estemos yo le tengo siempre presente.
Te amo mucho.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Algo impactante tu historia, yo también tengo ese "problema" me gusta mi primo desde la primera vez, eso fue hace como cinco seis años, y hasta ahora decidimos arriesgarnos a tener algo No se como resultara
Publicar un comentario